Monday, 17 de March de 2008
El estrés es una situación en la cual las demandas internas o externas superan la capacidad de respuesta, es una función normal del organismo, pero el exceso se puede convertir en un peligro para la salud.
- Mantenga unos buenos hábitos de vida como dormir de 6 a 8 horas, comer balanceado y en horarios fijos, hacer ejercicio mínimo 3 veces a la semana. Disminuir o eliminar el café, el licor y el cigarrillo.
- Tenga una cosmovisión positiva y optimista. Un sistema positivo de creencias sobre sí mismo sobre los demás y sobre la vida se convierte en importantes recursos de afrontamiento cuando la persona está inmersa en situaciones que, de una u otra forma, laceran su salud y bienestar. Una autoestima alta, donde la persona “se quiere” y se ve a sí misma como valiosa, hace que la persona se perciba como capaz de resolver los problemas, aún aquellos que otros consideran insolubles, y por ello los afronta persistentemente con esperanza y optimismo.
- La capacidad de escucha, de diálogo fluido, de precisión en las ideas, de sensibilidad para con el otro, etc. atrae a los demás y los pone en disposición de cooperar y colaborar en la solución de los problemas.
- Aprenda a relajarse. Hable con personas que le presten respaldo. Escuche música. Vea películas. Haga caminatas. Respire profundamente. Construya imágenes positivas en su mente.
- En el tiempo libre realice actividades que sean de su agrado.
- No ignore sus sentimientos y emociones.
- Aprenda a relajarse con ejercicios u automasaje.
- Mantenga buenos hábitos de salud.
- Recuerde un buen sentido del humor.
- Mantenga una actitud positiva.
- Organice su trabajo por metas de tal manera que pueda cumplirlas.