Tuesday, 30 de June de 2020
La depresión: Una realidad en la Salud Mental
La depresión en el Colombia se ha convertido en uno de los diagnósticos más frecuentes en los servicios de atención en salud, llegando a ser considerada como la enfermedad del siglo XXI, esto debido al impacto que tiene en la salud pública (individuo-familia-comunidad).
La depresión en el Colombia se ha convertido en uno de los diagnósticos más frecuentes en los servicios de atención en salud, llegando a ser considerada como la enfermedad del siglo XXI, esto debido al impacto que tiene en la salud pública (individuo-familia-comunidad). Según la Organización Mundial de la Salud, este trastorno mental afecta al 4,7 por ciento de los colombianos, donde las mujeres, los jóvenes y los ancianos son los más propensos.
El Ministerio de Salud define la depresión como un síndrome o agrupación de síntomas como tristeza, decaimiento, irritabilidad, desesperanza, insomnio, cambios de apetito, variaciones en el peso corporal, deseos de muerte, autoagresiones, perdida del deseo sexual, entre otras generando malestar y dificultad para lidiar con las obligaciones del día a día. Por lo tanto, se considera como factor de riesgo para sufrir otras enfermedades médicas, o bien empeorar los desenlaces de pacientes que sufren otras patologías, generando un pronóstico menos favorable.
Es de precisar que algunas personas pueden presentar un único episodio de depresión en la vida; sin embargo, casi la mitad de los que lo han experimentado tienden a presentar recaídas. La duración de cada episodio puede ser variable, encontrándose que un gran número suelen mejorar sin tratamiento al cabo de 4 o 6 meses, mientras que otros pueden persistir con malestar durante más tiempo.
En cuanto al tratamiento, es de vital importancia tener en cuenta que cada persona es única, por tanto, se requiere un análisis e intervención personalizada. Sin embargo, a nivel general las estrategias que se llevan a cabo deben adoptar aprendizajes basados en el cambio de pensamientos irracionales, negativos y autocríticos, así como activación conductual y realización de actividades que generen un sentimiento de satisfacción y control.
Entre las herramientas útiles para prevenir la depresión se encuentran:
Activación (realizar de actividades que permitan incrementar energía física y mental y refutar pensamientos negativos).
Generar pensamientos positivos (identificación y eliminación de pensamientos autocríticos u obsesivos)
Desarrollar asertividad (estrategias para saber enfrentar de manera no violenta las situaciones).
Reforzar inteligencia emocional (aceptar y tolerar los diferentes estados emocionales).
Crear un proyecto de vida realista (metas claras y que puedan llegar a ser cumplidas)
Implementar técnicas de relajación (aprender a nivelar la respiración).
